viernes, 22 de febrero de 2013

domingo, 3 de febrero de 2013

La vida no admite representantes.

No sirve el "Yo quiero ser actor", el "Yo quiero ser músico" el "Quiero hacer tal..", el "Quiero vivir de esto.."
Sirve el cojo y lo hago.
Hablar no vale de nada, las acciones pesan más que las palabras. Nadie va a presentarse mañana en tu casa preguntando si por casualidad vive allí alguien que quiera protagonizar una película de Almodovar. Nadie te va a garantizar el éxito, nadie va a luchar por ti salvo que tu mismo. 
Por supuesto encontraras a personas que te ayuden a lo largo de tu camino, gente sin la cual no podrías seguir, gente a  la que deberás muchísimo. Pero esas personas no pueden andar tu camino. 
Estas la meta y tú. 
Cada paso por pequeño, por insignificante que parezca te acerca más a ella. Una gota de agua en el océano no parece significar nada pero es que el océano esta hecho de gotas.
No sirve esperar a tener la oportunidad de tu vida con la cuál llegaras a tu meta sin esfuerzo, sin siquiera haber empezado ha andar... porque no va a llegar. Y cuando veas que no llega, cuándo veas que has desaprovechado tu vida, que estas trabajando en algo que odias que no estas contento, cuándo entiendas que esa oportunidad no va ha llegar... miraras a tu alrededor y buscarás culpables. Encontraras mil circunstancias tras las cuáles te excuses para sentirte mejor contigo mismo, serán enchufados todos los que hallan llegado a esa meta; pero en el fondo sabrás perfectamente que sólo hay un culpable.